Todo el mundo quiere que sus hijos crezcan y sean financieramente independientes. Sin embargo, ¿cuándo debería empezar a hablar con sus hijos sobre el dinero?
El momento para comenzar a aprender acerca de las finanzas es entre más temprano, mejor. Cuando su hijo o su hija piden un juguete o dispositivo nuevos, es un momento estupendo para hablar del valor de un dólar. Parece fácil tener estos tipos de conversación con niños, pero las investigaciones sugieren lo contrario.
Los padres dedican mucho tiempo a enseñar a sus hijos acerca de los valores morales (ser amables, demostrar respeto, tener paciencia, etc.), por lo que, a menudo, olvidan enseñar los conocimientos adquiridos arduamente sobre las finanzas. ¿Cuántos de nosotros desearíamos haber aprendido más sobre el dinero de nuestros padres mientras crecíamos? La sabiduría económica que viene con la edad y la experiencia es muy valiosa.
Un excelente lugar para empezar es hablar sobre la importancia de ahorrar. Desarrollar el hábito a una edad temprana dará como resultado una mayor flexibilidad económica cuando se llega a la adultez. Un excelente primer paso sería la lección sobre cómo los ahorros pueden aumentar con los intereses obtenidos. Una vez que sus hijos empiecen a ganar dinero, ya sea de una asignación en su infancia o a través de un trabajo a tiempo parcial en la escuela secundaria, aliéntelos a ahorrar todo lo posible. Un hábito de ahorrar el diez por ciento es una buena cifra de partida, pero hasta un 30 % es todavía mejor. Puede promover el ahorro al contribuir o igualar sus fondos si alcanzan los límites acordados.
Siempre tenga conversaciones que afirmen que ahorrar de forma agresiva es importante y beneficioso para usted. Las anécdotas y los logros de la vida real son muy poderosos. Quizás ahorrar dinero le ayudó a pagar la universidad o le permitió comprar una casa antes que la mayoría de sus compañeros. Puede explicarles cómo se asigna un porcentaje de los ahorros para las vacaciones anuales de verano o recordar un momento en el que disponer de una red de protección financiera le ayudó a superar un momento difícil. Esas historias y contextos de la vida real ayudarán a aumentar el valor de ahorrar todo lo posible.
Una vez que les enseñe la virtud de ahorrar y la comprendan, hable sobre hacer presupuestos. Muchas finanzas del hogar colapsan frente al peso de compras innecesarias y poca planificación. Cuando enseñe a sus hijos a esbozar un presupuesto con artículos individuales, les ayuda a ver exactamente dónde se va el dinero y cuáles deben ser sus prioridades. Esta será una lección maravillosa cuando sus hijos se conviertan en adultos y comiencen sus carreras profesionales. Gastar lo que gana, y no más de eso, conlleva un menor estrés financiero y un mayor disfrute.
Sea honesto con sus hijos acerca de su presupuesto y explique por qué lo creó de esa forma. Para dar un paso más, pídales que le ayuden a comprar con base en un presupuesto. Esta es una forma estupenda de desglosar la diferencia entre necesidades y deseos, sin mencionar cómo la preparación (por ej., recorte de cupones, compra de marcas genéricas, comparación de compras en línea) puede dar lugar a grandes diferencias en los precios al momento del pago.
Los debates que tenga con sus hijos sobre el dinero ayudarán a establecer una sólida base financiera para ellos, un regalo que dura toda una vida. Establezca un buen ejemplo al ser sincero y honesto sobre todo lo que involucra dinero, las dificultades, los peligros de las deudas, la gratificación de los gastos excesivos, las ventajas de las donaciones benéficas, etc., y enseñe a través de sus propios consejos. Establezca un presupuesto y respételo. Aspire a ahorrar más de lo que necesita. No gaste excesivamente en artículos no esenciales. Sea el modelo financiero que sus hijos aspiren a convertirse.
Enseñar a sus hijos sobre el dinero empieza con una conversación, y el momento oportuno para tenerla probablemente sea ahora.
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